Lima Camina: ¡arte en la calle! http://www.cnm.edu.pe/
Los jirones Ucayali e Ica del Centro Histórico de Lima tienen un sabor distinto desde el año pasado. Hoy no evocan solamente a taxis, comercios y hoteles. Sugieren algo más alegre, más humano. Y es que, domingo a domingo, estas calles fueron cerradas para los vehículos y abiertas para la gente y el arte.
Una de las principales metas de la Municipalidad de Lima, desde el inicio de su gestión, fue recuperar la vida comunitaria en los espacios públicos del Cercado. Para esto, el Programa Municipal para la Recuperación del Centro Histórico de Lima, más conocido como Pro Lima, creó el proyecto Lima Camina. Así, estas calles empezaron a albergar un sinnúmero de expresiones artísticas y culturales de teatro, danza, música, circo, pintura, y más.
La cuadra 2 del jirón Ucayali -en adelante la “Calle de la Música”- fue el escenario y base de la participación del Conservatorio. Los transeúntes y vecinos del Centro Histórico pudieron disfrutar de una gama de presentaciones diversas pero de gran calidad, donde nuestros alumnos, ex alumnos y profesores tuvieron la experiencia de tocar al aire libre y llevar su alma y música a más gente. Lo que es, finalmente, una de las mayores razones de ser de toda manifestación artística: poder ser compartida.
Además, fue un espacio para mostrar los proyectos musicales que realizan nuestros alumnos y profesores de modo independiente. “Desde que uno va a una presentación gratuita se espera contar con todo tipo de público, y ello siempre es una presión adicional pues no se sabe si les gustará; pero felizmente fue así, y nos sentimos de lo más cómodos. Los instrumentos, el equipo de sonido, el entorno libre y espontáneo, así debe ser la música” – nos cuenta el profesor Alonso Acosta, contento, tras tocar con su trío de jazz Ipso Facto.
Y fueron muchos los grupos y proyectos que pasaron por ese escenario. Música clásica, jazz, folklor peruano y latinoamericano, música de películas, en agrupa-ciones como ensambles de metales, orquestas de saxofones, cuerdas -incluso participantes de cursos de Extensión- tuvieron la oportunidad de performar.
Uno de los puntos más interesantes de esta actividad es su capacidad integradora: niños, jóvenes, adultos y hasta personas mayores se reunieron tanto para presenciar arte como para producirla. Familias enteras se acomodaban en las sillas o el suelo, durante horas, para observar las distintas expresiones humanas que se regalaban en cada una de las calles. Otras, iban de cuadra en cuadra disfrutando de todo un poco.
“Lo mejor de todo es que el público aprendió a escuchar, incluso música que no es tan comercial; y más aún se rompió un poco la imagen de música muy seria o elitista hecha en el Conservatorio. El público se va educando por interés propio, porque les agrada lo que escucha; pienso que no hay que subestimar el potencial de la gente” –opinó también el profesor Acosta.
Queremos destacar la coordinación permanente de María Carpio y Myrian Ramos, integrantes de la oficina de Promoción de Actividades Musicales y de Extensión Cultural del Conservatorio. Igualmente, el apoyo de Juan Carlos Medina -encargado de la Sala de instrumentos-, Jesús Bedón y Nancy Pacco -personal de mantenimiento-, quienes con su labor hicieron posibles las presentaciones.
Actualmente, el proyecto se encuentra en pausa por cambios en la administración de la Municipalidad. Esperemos que se reanude; Lima necesita estos espacios para salud, bienestar y alegría de su gente. Y nosotros necesitamos con quién compartir aquello que ocupa nuestros esfuerzos y llena nuestras vidas: la música.