Para conocer y /o recordar mejor a Adolfo, aquí este enlace que les dejo.
http://es.wikipedia.org/wiki/Adolfo_Polack
Pero me interesa que nos fijemos especialmente en esta última parte, que extraigo del mismo enlace y coloco entre comillas
... "Su última composición para niños consistió en la musicalización de una obra poética de su hija menor, Diana Polack. En mayo del 2015, Editorial Planeta Colombia la publicó de manera póstuma bajo la forma de un libro-disco ilustrado: El autobús de los animales. Se trata de quince historias en verso, con música de Adolfo Polack, ilustraciones de Sebastián Suárez, e interpretación de Carlos Enrique Montalván y Liliana Galván. La producción fonográfica (grabación, edición, mezcla, masterización y edición musical) estuvo a cargo del maestro Fernando De Lucchi, pianista, educador musical y Director General del Conservatorio Nacional de Música del Perú." ...
Sí, Fueron muchísimas las obras de Adolfo las que grabamos; y la alegría es grande, tratándose de una producción casi familiar.
Diana Polack, hija de Adolfo, escribió estos poemas como una propuesta que Adolfo nunca pensó recibir: la inspiración de su hija en versos, para ser convertidos en canciones. Adolfo, sin dudarlo, los musicalizó con el cariño y la dedicación que sólo se pone en una obra "al alimon" con un hijo. Él, secretamente, deseaba dejarlo para sus nietos.
Carlos Enrique Montalván, mi hijo, que desde su más tierna infancia tarareaba la música de "El terno blanco" o de "Marité", pues asistía a los ensayos y escuchaba una y otra vez las grabaciones en casa, recibió la propuesta de Adolfo de cantar los versos convertidos ya en canciones. Él, poseedor de una bella y afinada voz (condición ésta, indispensable para el autor) y teniendo ya la experiencia de ser padre, sintonizó inmediatamente con el amigo de toda su vida; su compositor más admirado. Así que fijaron fechas y se entregaron a ensayar con entusiasmo e histrionismo cada una de las difíciles, pero encantadoras melodías.
Sebastián Suárez, hijo de Liliana Galván, psicóloga y teatrista muy reconocida, quien también participa cantando en el CD, había pasado por el mismo proceso de admiración a Adolfo desde muy pequeño. Porque este señor compositor supo cultivar la amistad como un bien muy preciado. Adolfo fue compañero de estudios de su padre y gran amigo de su madre, para quien también musicalizara una versión del Pinocho, realizada por el TUC. A Sebastián le solicitaron hacerse cargo de las ilustraciones, dado que esa es su especialidad; y, como todos en este equipo, se brindó de inmediato y se hizo cargo de su parte de manera graciosa.
Fernando De Lucchi, con quien ya habíamos grabado algunas de las obras de Adolfo, desempolvó sus cables y sus equipos, pues mientras estaba en la Dirección General del Conservatorio, contaba con casi nada de tiempo para estos menesteres. Sin embargo, la grabación final fue una jornada inolvidable entre el 20 y el 21 de mayo, interrumpida sólo a las 12 de la noche por el “Happy Birthday” para Fernando… porque era su cumpleaños! Y seguimos grabando. Fue una noche mágica: de trabajo, de recuerdos muy recientes para todos, de cumpleaños, de homenaje al amigo ido.
Esta conjunción de voluntades, empujadas por una valiente Dianita cuando ya Adolfo nos había dejado, hizo que el milagro se produjera y que, por fin, todo quedara listo para presentarlo a la editorial.
Una obra producto de tanto amor, no puede ser nada menos que maravillosa.
Estamos a la espera de que Planeta Colombia envíe pronto a Perú la publicación, para que nuestros niños la puedan disfrutar.
Sé que desde donde están los hombres buenos, creativos y con alma de niños, sonreirás por mis esfuerzos de tratar de plasmar en palabras, momentos que son indescriptibles.
Adolfo: el trabajo está hecho! Tus nietos y los niños de muchos países lo disfrutarán.
Pilar Zúñiga