domingo, 17 de agosto de 2025

Celso Garrido Lecca Homenaje al maestro que partió el 11 de agosto de 2025

https://www.unm.edu.pe/unm-comunica-con-pesar-el-fallecimiento-del-gran-maestro-compositor-y-exdirector-celso-garrido-lecca/


Aurelio Tello 
 Hoy partió de este mundo el último integrante de la brillante generación de compositores de los años 50. Su obra es un dechado de técnica, trabajo profesional e imaginación e inventiva. Su carisma le hizo aglutinar alrededor suyo a músicos jóvenes para desarrollar diversos proyectos musicales guiándolos con su sabiduría y sus dotes de maestro. A su retorno al Perú luego de varias décadas de vivir en Chile, trajo ímpetus que nos hicieron ponernos de su lado a quienes tuvimos la fortuna de ser sus discípulos. Nos harán falta su sensibilidad, su musicalidad, su pasión por componer música. Fueron 99 fecundos años que dejaron una imborrable huella en la música y en los músicos que abrieron sus oídos y su corazón para aprender de él. "En la música no importa el qué, sino el cómo", decía. "Que el compositor no sea el primer sorprendido al escuchar lo que compone", sentenciaba. "El primer compromiso de un músico es con la música", expresaba. Precisamente por ello, no soy el que soy si no hubiera tenido la fortuna de compartir con él aula, escenario, oficina y proyectos. Adiós, maestro querido.


Raúl Renato Romero
 
Con Celso se va el último de los grandes compositores de la llamada generación del 50, la primera promoción de compositores peruanos formados en un conservatorio bajo la tutela de maestros europeos, que se habían autoexiliado en el Perú. Su trayectoria fue única en muchos aspectos. Casi toda su obra está hoy disponible en discos comerciales, y alcanzó proyección internacional con distinciones de gran prestigio, como el Premio Iberoamericano de la Música “Tomás Luis de Victoria” —el más importante para compositores hispanoamericanos— que recibió en el año 2000. Fue uno de esos escasos intelectuales y artistas que, tras una larga estadía en el extranjero, decidieron regresar al Perú. Después de 23 años como profesor en la Universidad de Chile, sintió el impulso pueblerino de volver al terruño, no para descansar, sino para seguir contribuyendo. En la década de 1970 asumió la dirección del Conservatorio Nacional de Música, desde donde impulsó el recordado Taller de la canción popular, que revolucionó las aulas de una institución que hasta entonces solo toleraba la música académica de raíz europea. Ese gesto era, típicamente, muy propio de Celso: hacer lo correcto aunque implicara ser transgresor. Con el mismo espíritu, revitalizó el Taller de investigación musical —creado originalmente por Enrique Iturriaga—, abriendo un espacio para la exploración intelectual de la música en una institución que nunca se había atrevido a desarrollar un pensamiento crítico sobre su propio quehacer. Mientras hacía todo esto, Celso nunca dejó de componer ni se dejó abatir por la desidia limeña o la incomprensión de las élites hacia la creación artística. Un momento difícil en su vida llegó durante los años de violencia política, cuando fue injustamente involucrado en un proceso que le significó privación de libertad. Sin embargo, incluso esa experiencia la afrontó con elegancia, pues Celso jamás se dejó doblegar por nadie ni por nada, en lo que a su modo de mirar la vida se refiere. Nadie es perfecto, naturalmente, pero después de haber sido su alumno en el curso de Acústica del Conservatorio de Lima en los años setenta, tuve el privilegio, años más tarde, de ser su amigo y de llamarlo, como lo hago ahora, simplemente Celso. El mejor homenaje sería escuchar hoy su música en Spotify o YouTube, donde apenas cuenta con algunas reproducciones. Es música exigente, académica y contemporánea; en ella no encontrarán sonidos reconfortantes ni complacientes, sino vigorosos y cuestionadores. Un fuerte a abrazo a su familia, y especialmente a Gonzalo, colega y amigo profesor de la PUCP, y que estuvo con él hasta el final.

Gracias, Celso, por la idea de plantear  los talleres de la Canción Popular y de Etnomusicología junto a Enrique Iturriaga, grandes amigos y maestros. Cambiaron el rumbo de nuestro Conservatorio. 

Su Piura querida estuvo siempre presente  en su obra y lo inspiró hasta el final. Recuerdo cuando creaba esa Pequeña Suite para piano, el primer movimiento Terceras, cuya partitura a mano llevaba a mi sala de piano del Conservatorio para interpretarla, para escuchar la sonoridad exacta, para hacer algún cambio, tal vez. Como maestra me sentí privilegiada. "Con esta obra aprendiste a ponerte a la altura de los pequeños, pues hizo  que tu obra se interpretara entre los músicos jóvenes. Hoy la llevan con alegría en su repertorio los pianistas, generalmente tomando como encore el  Tondero final."
Los dos primeros movimientos están dedicados a Gonzalo, su hijo, ese músico de todas las músicas, también, que deja como su mejor obra.

El Movimiento y el Sueño para dos narradores, orquesta y coro, fue la última obra que estrenó la Sinfónica en Perú. Fue una noche de homenaje al maestro, bajo la batuta de Fernando Valcárcel , hijo justamente de la generación de los 50. Dos grandes: Alberto Ïsola y Lucho Peirano, participaron con un interés estético y una solvencia sorprendentes como relatores. Obra monumental: orquesta, coro y narradores, sobre el texto de Alejandro Romualdo.

Gracias, Celso, por la idea de plantear  los talleres de la Canción Popular y de Etnomusicología junto a Enrique Iturriaga, grandes amigos y maestros. Cambiaron el rumbo de nuestro Conservatorio. 
Hoy el Conservatorio tiene organizadas ya una especialidad de Musicología, Laboratorios de Música Electrónica, Ensambles de Música Popular y escrita, todas en el mismo nivel .Y la interpretación de la música de compositores  y compositoras peruanos contemporáneos, es ya prioridad en los programas de concierto, en los festivales. El Conservatorio  adquirió distintos ribetes de respeto por la diversidad, que hasta hoy continúan. 
Logro del maestro Garrido Lecca y su equipo; los maestros de los que proveyó al Conservatorio y su tenacidad al seguir adelante con sus proyectos, aunque no ganase las simpatías de todo el profesorado. Él tenía muy claro a dónde quería que llegara su institución y lo logró con largueza.
Celso Garrido siempre nos hará falta; pero quedamos sus alumnos en quienes dejó huellas importantes de mirada del fenómeno musical. 
Su recuerdo estará en cada interpretación de esos sonidos que construiste magistralmente para ser escuchados, un día, por todos los públicos. 

Vuela alto, Celso.
Pilar Zúñiga 


Miguel Oblitas Bustamante Hoy partió al viaje sin retorno el maestro Celso Garrido-Lecca Seminario (1926-2025) gran compositor peruano de la generación del 50. 

  Jorge Bermúdez-Martinez Q.E.P.D. Quizás sea el último de la Generación del 50, Solidaridad y condolencias para con sus familiares. Mas su Música perdurará así como sus opiniones y posiciones políticas. 

Radio Filarmonia 102.7 FM ✝️ Lamentamos comunicar el sensible fallecimiento del compositor peruano Celso Garrido-Lecca Seminario, uno de los más importante autores del último siglo. 🙏 Expresamos nuestras condolencias a sus familiares, amigos, colegas, músicos, melómanos y público en general por esta pérdida que enluta a toda la escena musical peruana. 🕊️ Descanse en paz. 


René Peñaloza Landauro 
Homenaje a Celso Garrido-Lecca (1926 – 2025) El pasado 11 de agosto, la música latinoamericana perdió a uno de sus más grandes creadores: Celso Garrido-Lecca Montoya, compositor, docente y maestro de generaciones, cuya vida estuvo dedicada a la integración de nuestras raíces musicales con el lenguaje contemporáneo. Nacido en Piura el 10 de marzo de 1926, se formó en el Conservatorio Nacional de Música del Perú y en la Universidad de Chile. Su camino artístico lo llevó a fundir la sonoridad de los Andes, la costa afroperuana y el vasto repertorio latinoamericano con técnicas de vanguardia, creando un estilo único que trasciende fronteras. Obras como Antaras, Laudes, Elegía a Machu Picchu, Donde nacen los cóndores y Retablos Sinfónicos son testimonio de una profunda sensibilidad estética y un firme compromiso con la identidad cultural. Su trayectoria incluyó también la docencia y la gestión cultural, ejerciendo como director del Conservatorio Nacional de Música y fundador del primer Taller de Música Popular. Fue galardonado con numerosos premios, entre ellos el Premio Iberoamericano de la Música “Tomás Luis de Victoria” en el año 2000, el más alto reconocimiento a un compositor iberoamericano. Quienes tuvimos el privilegio de aprender de él sabemos que su enseñanza iba más allá de la técnica: nos transmitía una forma de pensar y sentir la música como parte viva de nuestra historia y nuestro presente. Su partida deja un vacío inmenso, pero también un legado que seguirá inspirando a músicos y oyentes por generaciones. Celso Garrido-Lecca nos deja partituras, ideas y, sobre todo, un ejemplo de coherencia artística y humana. Su música seguirá resonando, recordándonos que nuestra identidad se fortalece cuando tradición y modernidad dialogan en armonía. Gracias, Maestro. Desde Chile su alumno René Peñaloza Landauro 

Oswaldo Kuan Perdurará en el panorama musical del Perú la huella de nuestro maestro Celso Garrido Lecca por sus composiciones, su posición ante las diversas manifestaciones musicales, sus enseñanzas a las nuevas generaciones y por su gentil don de gentes. 

 Carmen Méndez Navas Uno de los compositores representativos de América Latina! Gracias por tus palabras, Pilar! Abrazos!